Tener un negocio es tema en muchos aspectos, por ejemplo las cuentas, abrir el local, publicar en las redes, alimentar la página web con contenido, atender clientes, enviar correos, pagar facturas, hacer pedidos y la lista sigue y sigue.
Hay cosas que desgraciadamente no se pueden evitar que perjudican el negocio, por ejemplo una calle cerrada que da al negocio dificultando el paso de los clientes, o una lluvia muy fuerte que disminuye el tráfico de personas al negocio, o un derrumbe que hizo un atraso en el envío de la mercadería, entre otras cosas, pero hay algo que nunca puede pasar dentro de cualquier negocio, ya sea grande o pequeño, y es ponerle trabajas a un cliente cuando este esta dispuesto a dar su dinero.
Una pequeña vivencia…
Como manera de ejemplo cuento lo que me pasó en una tienda por departamento. Estaba necesitando comprar unos regalos, cosas simples como un reloj y unos perfumes, y la tienda donde me encontraba la verdad es que es muy grande, entonces lo que hice fue acercarme donde un colaborador y hacerle la consulta de dónde podía encontrar lo que andaba buscando.
Esta persona me contestó que no sabía, que podía consultarle a la otra compañera que seguramente me indicaría donde, entonces eso fue lo que hice, pero la respuesta fue la misma y esto me extrañó. Como último intento consulté a otro colaborador pero este tampoco me supo responder. Lo que hice en ese momento fue caminar por la tienda y basarme en la lógica para poder encontrar lo que deseaba.
Para mala suerte del negocio yo me encontraba con una la de las personas que es parte del equipo de mercadeo para dicha tienda, y por supuesto que le molestó mucho esto y pidió que se llamara al gerente en ese momento para expresarle la situación vivida para que se tomara cartas en el asunto, ya que son simples cambios que se pueden generar para facilitar la experiencia de un cliente en su compra, y no es posible que 3 personas no supieran dar una respuesta.
Esto me dejó pensando en lo importante de facilitar cualquier compra que quiera hacer un cliente, ya sea pequeña o grande, da igual, ya que esta persona está dispuesta a dar su dinero, por eso como regla de oro: [tr-shareit ]¡NO LE PONGA TRABAS![/tr-shareit]
No fue culpa del colaborador, sino de la falta de capacitación
Como dueños del negocio somos los responsables de capacitar al personal, no importa si su negocio tiene 2 o 600 empleados, esto es parte de su emprendimiento, no existe nadie más interesado en que todo camine como debe ser mas que el dueño. Las simples cosas pueden afectar su negocio de una manera muy cruel, tal como malas referencias, perdida de ventas, clientes que no repiten compras, «regalarle» sus clientes a la competencia, entre otros puntos.
Estas son los 9 simples cosas muy cotidianos que pueden estar trabando a sus clientes
Quiero compartir una lista de 10 cosas tan simples que pueden estar trabando a sus clientes:
- Falta de capacitación al personal
- Olvidar responder una llamada o un correo
- No generar un seguimiento (esto es muy típico)
- No dar el paso a digitalizar el negocio
- Procesos complicados para obtener su producto o servicio
- No comunicar sus facilidades para una compra. Aunque usted tenga muchas facilidades para la compra, sino lo comunica, tiene el mismo resultado como si no lo tuviera
- No cumplimiento de las tareas de mercadeo tales como alimentar la web, descuidar sus redes, no medir contactos, etc
- No tener un plan de contenidos mensuales
- Subestimar a un cliente por apariencia. Esto suele pasar mucho y genera bastantes perdidas mensualmente en muchos negocios
Hacer simples cosas en su negocio pueden generar mucho impacto, por eso analice si esta fallando en algún punto antes mencionado y comience a generar el cambio.