7 formas de aplicar la psicología positiva para emprendedores es de los últimos ejercicios que muestran la importancia de esta corriente de la psicología en los seres humanos inmersos en la actividad empresarial. Esta ciencia aporta nuevas percepciones y estrategias probadas para aumentar el bienestar de los individuos en sus negocios y comunidades. Enfoca su atención en explorar y expandir lo que hace que la vida valga la pena, sea productiva y satisfactoria con todo y su complejidad.

¿Qué es psicología positiva?

De acuerdo a sus fundadores, los Doctores Martin Seligman y Mihaly Csikszentmihalyi

 «La psicología positiva es el estudio científico del funcionamiento humano positivo y el florecimiento en múltiples niveles de su vida»

No importa cuál sea tu historia, todo ser humano puede encontrar una vida con sentido, propósito y que valga la pena ser vivida. Es diferente a la psicología tradicional que se enfoca en solucionar problemas patológicos, enfermedades como la depresión, el estrés, la ansiedad entre otras.

¿Por qué es relevante la piscología positiva para los emprendedores?

De acuerdo a un estudio realizado por 3 psicólogos, Sonja Lyubomirsky, Laura King y Ed Diener a 270,000 personas en todo el mundo en diferentes sectores profesionales, descubrieron que la felicidad conduce al éxito en casi cada ámbito de vida entre ellas el trabajo, la creatividad y las relaciones.

La razón para decir que el emprendedurismo es de los últimos ejercicios en psicología positiva, es porque quienes somos emprendedores sabemos que ser optimistas, resilientes, encontrar sentido y propósito en lo que hacemos son características fundamentales en este camino que por naturaleza está lleno de pruebas para nuestro crecimiento, se requiere algo más allá de cómo saber hacer un plan de mercadeo o un estado financiero para vivir el día a día de un negocio.

Antes de ser emprendedores, somos seres humanos  

La psicología positiva está hecha para que el ser humano pueda encontrar sentido, propósito, compromiso y gozo a pesar de las circunstancias.

Hace poco, tuve la oportunidad de ser parte de un proyecto que tenía como objetivo la creación de emprendedores en zonas rurales. Si bien era una buena idea con recursos destinados, la realidad es que el proyecto se enfocó en la parte técnica de la gestión empresarial y dejó de lado entender que los beneficiarios traían una serie de motivaciones, frustraciones y necesidades que pasaban de la parte técnica que si bien es importante, para este efecto venía en segundo lugar de importancia.

Si contemplamos que 3 de cada 10 emprendimientos no llegan a su 3er año, esto nos dice que cada emprendedor tiene que intentar lanzar al menos 3 veces su negocio antes de ver la consolidación del mismo. Para esto, requiere de resiliencia, compromiso, coraje y una serie de características para no tirar la toalla antes de tiempo.

Esto confirma la importancia que existan programas y recursos gubernamentales o privados que apoyen al emprendedor, enfocándose en la integralidad del individuo, es decir, en todas esas habilidades, actitudes y conocimientos que cualquier ser humano requiere para construir un camino emprendedor  ya sea por oportunidad o necesidad a pesar de las circunstancias, con un entendimiento de la realidad que los empodere a tomar las riendas de su camino teniendo claro que no depende de nadie más que de sí mismos la construcción, proyección y permanencia de sus negocios.

Es importante entender que somos responsables de nosotros mismos, de otra forma lo único que se promueve es una cultura de consumo y pérdida de poder sobre nosotros mismos donde me convierto en la persona que espera a que el otro me haga o me resuelva para yo poder hacer perdiendo el sentido de autosuficiencia sobre mis esfuerzos. De ahí, que la psicología positiva ha tomado mucha relevancia en estos tiempos, al final, todo depende de nosotros mismos.

Ser emprendedor es algo personal, por tal razón nuestro fortalecimiento personal puede ser nuestro mejor aliado o nuestro peor enemigo» 

7 formas de aplicar psicología positiva para emprendedores

  1. Emociones positivas

Las emociones positivas nos transforman para bien. Abrir nuestros corazones y mentes a estas emociones nos permiten descubrir y construir nuevas habilidades, nuevos lazos, nuevos conocimientos y nuevas formas de ser. Tiene el poder de funcionar como un “reset” de las emociones negativas. Has una lista de actividades, personas, hábitos que generen emociones positivas, aplícalas y compártelas con otros.

  1. Mentalidad

Dicen por ahí que somos lo que pensamos. Nuestra actitud influencia la forma en que respondemos y actuamos ante la vida, incluso el impacto que tenemos en otros y en nosotros mismos. Entre más reconozcas el poder de tomar decisiones positivas de manera consiente, mayor será la diferencia que notarás en tu vida y en la de los que te rodean. No puedo cambiar al mundo sin empezar por el mío. Ser flexible es fundamental, algo que no ayuda es pensar que somos de una forma y tenemos una inteligencia y talento determinado. Somos un producto en proceso. Mantener una mentalidad de principiante, tratar de aprender algo nuevo con regularidad e ir midiendo el progreso ayuda a este punto.

“Me cambio a mí mismo, cambio mi mundo” Ghandi
  1. Atención al presente

La ansiedad, el estrés y la depresión son resultados de vivir en el pasado o en el futuro, en ambos casos, no se puede controlar nada. Lo único verdaderamente importante que puedes controlar es el presente. Estar presente nos ayuda a estar más relajados, tranquilos y alertas lo cual nos facilita a tomar mejores decisiones.  Hay personas que les gusta meditar, orar, rezar o tan solo conectarse con su respiración para lograr un estado de presencia aquí y ahora. La buena noticia es que podemos entrenar nuestra mente para que esté más enfocada. Tienes que estar dispuesto a romper ese modelo de querer todo ya, esto toma tiempo, disciplina, pero verás los resultados a través del tiempo. No existen los saltos cuánticos, ni los atajos para lograrlo de un día para otro, es desarrollar un estilo de vida.

  1. Resiliencia

La resiliencia es la capacidad de soportar y adaptarse a los desafíos que la vida nos pone. Es una habilidad que cualquiera puede aprender para sobrevivir y prosperar. Las personas resilientes cumplen su potencial a pesar de las circunstancias, incluso tienden a ver los desafíos y adversidad como oportunidades de crecimiento y renovación.

Puede ser practicada de diferentes formas ya que, de acuerdo a la ciencia, las emociones, la mente y el cuerpo están ligados uno a otro. Lo importante es entender que la resiliencia no es aguantar, sino como transicionar un momento o sentimiento negativo en algo positivo. Por ejemplo, si estás estresado porque no estás logrando tu cuota de ventas, puedes respirar profundo y abrirte a consejos de otros colegas, socios o amigos. Compartir con gente que te nutra desde cualquier nivel que te haga reír alivianará el camino. Lo importante es reconocer la emoción en primer plano para luego buscar formas de salir de ese estado hacia uno con mayor sentido.

  1. Optimismo

Si somos optimistas, tenemos tendencia a ver más oportunidades y soluciones. Nos mantiene motivados porque pensamos que todo funcionará. El optimismo debe ser flexible y realista, es decir, ser capaces de ver las pruebas en el camino, de igual forma ver la forma de pasar a través de esas pruebas para lograr los objetivos. También, se trata de como contamos nuestra historia de toda la experiencia vivida, que influirá en cómo nos sentimos.

De una misma situación podemos expresar derrota o triunfo, para una persona optimista, de un problema verá oportunidad, esto ayuda a enfocarnos en el momento presente para ir paso a paso construyendo la solución. Romper el momento negativo haciendo algo que te haga feliz es una forma de darle vuelta a la situación, de igual forma llamar a una persona optimista con quien puedas desahogarte o bien tener algún ritual espiritual como puede ser orar, meditar o rezar.

  1. Gratitud

La gratitud es la cualidad de ser agradecidos, la disposición a mostrar aprecio y bondad. La gratitud nos hace conscientes de las cosas buenas que suceden y nos conecta con el sentido de la vida.

Algo positivo, es que la gratitud no tiene un ROI negativo, todo lo que hagamos como muestra de agradecimiento solo servirá positivamente para nutrirnos. Agradecer a los demás nos hace más tolerantes con las diferencias, creando un sentido de camaradería y pertenencia.

Los investigadores también asocian gratitud con el crecimiento psicológico y una forma de afrontar las circunstancias desde una interpretación positiva.

Haz un diario de gratitud, has una lista de tres cosas por las cuales agradecer cada día. Llevar un diario sobre la gratitud es enriquecedor porque se convierte en un facilitador de emociones positivas. Lo importante es hacerlo con sentido y propósito.

  1. Fortalezas

Cuando usamos nuestras fortalezas disfrutamos de lo que estamos haciendo, lo hacemos mejor, y sentimos que estamos trabajando a sacar nuestro potencial. De acuerdo a al psicólogo Alex Linley las fortalezas son «una capacidad pre-existente para una manera particular de comportarse, pensar o sentir que es auténtico y energizante para el usuario, y permite un funcionamiento, desarrollo y rendimiento óptimos». En otras palabras, las fortalezas nos permiten conectar con lo mejor de nosotros.

Cuando utilizamos nuestras fortalezas nos sentimos más felices y más seguros, tenemos la capacidad de manejar mejor el estrés, somos más resilientes y nos involucrados más nuestro crecimiento y desarrollo. Al combinar nuestras fortalezas con las de otras personas, ya sean colegas, equipo o amigos ayudamos a los otros a conectar con sus fortalezas, construimos relaciones más fuertes y más cooperativas, permitiendo una mayor colaboración y trabajo en equipo.

Algunas ideas de cómo puedes sacar ventaja a tus fortalezas son:

  • Recuerdos de la niñez. ¿tienes algún recuerdo de algo que hacías cuando eras un niño y que todavía haces ahora, incluso mejor?
  • Energía. ¿Qué actividades te dan una inyección de energía cuando los estás haciendo?
  • Autenticidad. ¿En qué situación o con quien o quienes te sientes más conectado a tu verdadero yo?
  • Espontaneidad ¿Qué actividades te salen naturalmente? ¿Qué es lo que sobresale que parece sin siquiera intentarlo?
  • Atención. ¿Dónde está naturalmente tu atención? Es más probable que se enfoque en las cosas que juegan sobre tus puntos fuertes o naturales.
  • Motivación. ¿Qué te motiva? ¿Qué actividades haces simplemente por el amor de hacerlos?
  • Palabras y frases que usas diariamente. El poder de la palabra, cuando dices «me encanta …» o «es genial » lo más probable es que estás hablando de una fuerza.