La mejor inversión que podemos hacer es en nosotros mismos y en nuestro crecimiento personal como emprendedores, porque todo empieza y termina donde nosotros mismos lo determinemos. – P. Montealegre
Ser emprendedor no es fácil. Pero ser empleado tampoco lo es. Lo que pasa es que la mayoría de emprendedores en algún momento hemos sido empleados y estamos acostumbrados a ser dirigidos por alguien más: llámese Jefe, Junta Directiva, Director, Accionistas, etc. Cuando decidimos emprender, uno de los retos más importantes es que salimos del ámbito donde teníamos dirección constante para pasar a ser nosotros los directores de nuestro tiempo y eso no es fácil.
Para emprender necesitamos saber administrar nuestro tiempo de una forma sabia porque así como son fáciles de hacer un montón de cosas o hábitos del emprendedor, también son cosas que son fáciles dejarlas de hacer. Y ahí está la clave. En que como emprendedores tenemos que desarrollar habilidades de disciplina, de manejo del tiempo, de proponernos metas y acciones para alcanzar esas metas y tiempos para alcanzarlas.
En el emprendimiento, así como con muchas cosas de la vida diaria, todo empieza y termina con nosotros. No se trata de echarle la culpa a nadie ni nada más, porque eso es muy fácil. Muchas veces la mayoría de cambios y ajustes los tenemos que trabajar en nosotros mismos y en lo que estamos pensando y en lo que le estamos repitiendo constantemente en nuestro subconsciente.
[tr-shareit ]Nosotros mismos podemos ser nuestro mejor o nuestro peor enemigo, porque nuestra mente es poderosa. Por eso, hay que afilarla para que trabaje con nosotros, no contra nosotros.[/tr-shareit]Si estás iniciando con algún emprendimiento o proyecto nuevo, el mayor reto es tener las herramientas mentales correctas para hacerle frente a los obstáculos que tienen los negocios, especialmente en un país sumamente caro y donde los costos fijos gubernamentales representan un gran reto.
Experiencia personal iniciando con el network marketing
En mi caso personal, cuando decidí emprender en el mundo de las redes de mercadeo o network marketing, mi primer obstáculo lo encontré en mi casa, en mi esposo. Y durante muchos meses dudé si me embarcaba en esta aventura personal y en un modelo de negocio tan diferente a lo tradicional, hasta que me decidí hacerlo, aún sin el apoyo de él. El apoyo de mi esposo vino con el tiempo, cuando entendió un poco más acerca del modelo y mi visión con el proyecto a futuro. Descubrí que hay que tener enfoque y mucha paciencia para manejar las relaciones con aquellas personas cercanas a nosotros que a veces no entienden por qué hacemos lo que hacemos o por qué decidimos hacer los sacrificios que estamos dispuestos a hacer.
Termino afirmando que no hay mejor inversión que invertir en nosotros mismos y en nuestro crecimiento personal como emprendedores, porque todo empieza y termina donde nosotros mismos lo determinemos. Hay un dicho que dice: Vaciemos nuestros bolsillos en nuestra mente y nuestra mente llenará nuestros bolsillos. No escatimemos en formar nuestras habilidades mentales; de lo contrario, con los primeros obstáculos que nos topemos va a resultar sumamente sencillo tirar la toalla.
Los invito a emprender a lo grande, con mucha fortaleza mental y cuidando mucho su círculo de influencia. ¡A trabajar duro por esos sueños y metas! Y lo más importante… hay que estar dispuestos a pagar el precio del éxito.